viernes, 27 de febrero de 2009

FLORES AMARILLAS



Este óleo es del año 97 y es una versión de una foto de David Hamilton.

lunes, 23 de febrero de 2009

sábado, 21 de febrero de 2009

EL CAPAZO DE ESPARTO

óleo sobre lienzo

miércoles, 18 de febrero de 2009

LA CAJA DE MADERA



He pintado esta caja de madera porque me trae recuerdos del instituto, cuando en las vacaciones de verano trabajaba en la fruta para ganarme unas pelas que luego me gastaba en le feria.

sábado, 7 de febrero de 2009

IDENTIDAD EN TRANSITO de Pedro Cano















El día de la inauguración no era un buen día para disfrutar de los cuadros, porque había mucha gente. Fuí de nuevo el sábado, temprano, y esta vez si disfruté casi en solitario. La del bolso amarillo con vaqueros es mi hija Victoria.

jueves, 5 de febrero de 2009

EL VIAJE DEFINITIVO





Y yo me iré.
Y se quedarán los pájaros cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico...

Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.

Juan Ramón Jiménez

miércoles, 4 de febrero de 2009

IDENTIDAD EN TRANSITO de Pedro Cano




Anoche 3 de febrero del 2009 estuve en Murcia en la inauguración de la exposición de Pedro Cano “identidad en transito” como siempre, fue una experiencia intensa, ya que el trabajo de Pedro Cano está lleno de belleza, que tanta falta hace en los tiempos que corren. También, como siempre, muy amable me firmó el catálogo.

domingo, 1 de febrero de 2009

LOS HILAORES


óleo sobre lienzo
100x81 cm.

La verdad que fue muy duro el trabajo de los hilaores, todo el día andando para atrás, trenzando con sus manos el esparto. Los que tenían suerte podían trabajar a la sombra, otros no.