El arte no ha muerto,
porque para eso, tendría que desaparecer el hombre del planeta. Pero igual que las
lágrimas del replicante de Blade Runner, mueren y desaparecen entre la lluvia,
las galerías de arte también se mueren, entre una fina lluvia de ignorancia y
olvido por parte de los gobernantes. Cada mes cierra alguna galería de arte,
porque no puede seguir adelante. Es una lástima, porque es un sector de la
sociedad que vende felicidad, belleza, paz, arte… pero claro, estas cosas no
cotizan en bolsa, y no merece la atención de los gobernantes, ocupados como
están en amasar dinero.
sábado, 17 de enero de 2015
lunes, 12 de enero de 2015
TAUROMAQUIA PERSONAL
La tarde rabiaba de sol, cuando mi padre me llevó de la mano, hasta el hotel donde se hospedaban los toreros. Allí, en plena siesta, sentados en la orilla de la sombra del patio, mi padre me enseñó a liar banderillas. Papel fino y colores brillantes, pegado con gracia a un palo de madera, con un terrible arpón de acero clavado en la punta. Eran las banderillas que esa misma tarde, los toreros clavarían en la potente y noble musculatura del toro.
Ahora lo recuerdo con nostalgia, yo tenía seis o siete años, y a esa edad uno sabe muy pocas cosas de la vida. La verdad es que nunca fui un buen aficionado a los toros, solamente de mayor, y siempre invitado, fue cuando empecé a frecuentar la plaza de toros de Cieza.
Ahora estoy pintando una "Tauromaquia Personal" con fotos sacadas de las revistas antiguas que leía mi padre en los años 40.
(todas miden 30x20 cm.)
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