domingo, 30 de noviembre de 2014

EL ESCAPARATE MÁS GRANDE DEL MUNDO

Nunca antes, los artistas, los pintores, lo hemos tenido tan fácil, para mostrar nuestro trabajo al resto del mundo, gracias a internet, que se ha convertido en el escaparate más grande del mundo.

Internet ha cambiado muchas cosas de nuestra sociedad, y ahora por ejemplo, todos podemos ver en nuestra pantalla del ordenador, miles y miles de imágenes cada día sin salir de casa, y visitar los mejores Museos del Mundo sin salir de casa, y saber en tiempo real, que trabajo está realizando el pintor que más nos interesa, por muy lejos que esté trabajando ahora mismo.

Gracias a internet, ahora podemos saber qué piensa de nuestro trabajo, cualquier espectador que lo está viendo en la otra parte del mundo, y comunicarnos con él, sin conocerlo de nada, y sin saber hablar su idioma.

Pero toda esta cantidad inmensa de pintura no es fácil digerirla, tener acceso a toda la pintura que el hombre ha creado desde las cuevas hasta hoy mismo, no nos hace más cultos, ni mejor informados, al contrario, nos confunde y nos resulta muy inquietante estar en medio de tanta información y no saber qué hacer con ella. Esto es un rasgo muy particular de nuestra sociedad del siglo XXI, nunca antes hemos tenido a nuestro alcance tanta información sobre arte, sobre pintura y sobre pintores, y sin embargo aún desconocemos tantas cosas.

Yo pienso que una gran mayoría de la pintura que se hace hoy, es patética, sin ninguna hondura, superficial, intrascendente y muda, fruto de la prisa.


Afortunadamente aún existen pintores ajenos a todo esto, y como si fueran una isla en mitad del océano, siguen creando con la misma emoción del primer día que cogieron unos pinceles, y son precisamente estos pintores los que me interesan, y los que mantienen vivo mi deseo de pintar cada día mejor.



"macetas"
óleo sobre lienzo
40x50 cm.

lunes, 24 de noviembre de 2014

GENERALIFE

Fue un otoño cualquiera, yo venía de pasar unos días en el norte, y al bajar para el sur, me pasé por Granada. Que siempre merece un ratico. La lluvia se había comido la mole blanca de Sierra Nevada, pero su presencia velada tras la bruma era todavía muy consistente. Subí hasta la al-Hambra andando, bajo la lluvia, respirando los aromas húmedos de los árboles que rodean la Sabica. Es así cuando la al-Hambra se pone más íntima, bajo la lluvia, como si fuera una mujer recién duchada. El viento apenas rozaba las hojas de los árboles, que bailaban con las gotas del agua. Entré con devoción en el Generalife, también bajo la lluvia, y supe con certeza que había que pintar aquellos verdes y aquellos olores para no olvidarlos nunca.




domingo, 16 de noviembre de 2014

EN EL ESTUDIO CON PEDRO CANO

Ayer tarde visité de nuevo el estudio de Pedro Cano, y allí nos enseñó los últimos cuadros en los que está trabajando. Cuadros grandes, con solo dos colores, el blanco de luz y el negro de las sombras, y en medio, toda una misteriosa gama de tonos, donde se intuyen figuras y ausencias, interiores cargados de preguntas, en una espera interminable, antes de ser respondidas.
Pedro tiene setenta años y sin embargo pinta con la misma pasión y entrega del comienzo, aunque ahora con mucha más hondura.
Desde su estudio, el laberinto de casas que desciende hasta el río, parece detenido en el tiempo, y es allí, en esa tranquilidad buscada y preñada de música, donde Pedro crea todos los días sus cuadros, sus dibujos y sus acuarelas. Ver esos cuadros, algunos de ellos todavía sin terminar, es un privilegio, sobre todo si somos capaces de ver en ellos, los nervios que rigen la creación pura y limpia de un pintor excepcional.


Gracias Pedro.