Las fotografías no se hacen solas, se crean. Quiero decir que no
basta con poner la cámara delante de un paisaje maravilloso, y decir: que
maravillosa foto he hecho. No, la foto hay que crearla, hay que intentar hacer
bella una cosa, que a priori, no parece bella. Tenemos que crear la belleza,
elegir el momento exacto que queremos mostrar al público, un fragmento preciso
de toda esa realidad que tenemos delante. Eso es crear una foto. Lo demás, simplemente
es copiar la realidad.
Si una fotografía no tiene el más mínimo atisbo de creación,
entonces es una copia; y eso saben hacerlo hasta los niños con un móvil. No, la
fotografía es otra cosa, es saber que parte de la realidad hay que escoger para
decir algo interesante, que parte de la realidad queremos enseñar para decir
algo concreto. Una foto que no nos dice nada, es una foto vacía.
Los que hemos aprendido a fotografiar con un carrete de 36 fotos, sabemos que no hay que desperdiciar el material, y hemos aprendido a seleccionar lo mejor de cada realidad, lo esencial de cada momento. La fotografía digital ha resuelto ese tema, y ya podemos hacer fotos sin preocuparnos de cuanto carrete nos queda en la cámara.
