DESNUDO EN LA PLAYA DE PORTICI (cómo lo pinté)

Paso a paso de un trabajo en acuarela sobre el cuadro de Mariano Fortuny

"Desnudo en la playa de Portici"

Con lápices acuarelables dibujo el cuerpo sin demasiado detalle.  

Al pasar el pincel con agua por encima del lápiz acuarelable,

el color del lápiz se diluye y se convierte en acuarela.

Con muy poco color, voy entonando ligeramente el perfil del cuerpo.

Doy algo de color al fondo, pero sin concretar demasiado.

Doy color al cuerpo y dejo marcadas las sombras maestras.

Este paso es importante, porque ayuda a separar el cuerpo del papel. 

Despacio y subiendo poco a poco el tono del color del cuerpo, 

voy concretando ya la forma definitiva.

No se trata de copiar exactamente el cuadro de Mariano Fortuny,

si no de aprender a pintar el cuerpo humano.

Acuarela sobre papel, 26x35 cm.

FEDERICO GARCÍA LORCA I

Con este boceto empiezo una serie de cuadros sobre Federico García Lorca.

RETRATOS DE MI TERRAZA

Tengo en mi terraza,

cogido con alfileres,

un trocito de cielo,

por la mañana se pone amarillo,

por la tarde carmín de granza.

Los que visitan este blog saben, que estoy haciendo retratos de mi terraza. Tengo un olivo, un granado, una parra, una palmera, limoneros, naranjos, tomillo, laurel, esparragueras, papiros, geranios, evónimus, hierbabuena y perejil.

óleo sobre madera, 40x40 cm.

(detalles)

TOROS EN EL MERCADO DEL ARTE (BLANCA)

Acuarelas "taurinas" listas para exponer en el Mercado del Arte, que el próximo día 8 de marzo se celebrará en Blanca (Murcia)

LA LUZ DEL SUR

Hay muchas clases de luces, y esto, un pintor o un fotógrafo lo saben perfectamente. En alguna parte leí, que un famoso pintor del norte, bajó hasta el sur invitado por un amigo, también pintor, con la intención de pintar aquellos maravillosos paisajes que su amigo por carta le describía de vez en cuando. Este pintor estaba acostumbrado a pintar bajo la matizada luz del norte, luz casi siempre filtrada por un velo de nubes, así que cuando bajó hasta el sur, no pudo pintar ningún paisaje, porque creía que con nuestra luz tan dura, era imposible ver los colores. Y tal vez no le faltara razón, nuestra luz del sur es complicada, se come los colores. Pero esto para un pintor no tiene porqué ser un problema, al contrario, si es inteligente, puede convertirlo en una ventaja. Ahí tenemos a Sorolla por ejemplo, o a Pedro Cano, dos pintores del sur que han sabido sacarle partido perfectamente, a esta luz nuestra de cada día.

"La viña" óleo sobre tabla, 27x61 cm.