domingo, 12 de julio de 2015

TALLER DE PINTURA

Los días 3 y 10 de julio, estuvimos pintando en mi estudio, Antonio Martínez y José Miguel Masiá, también nos acompañó el primer día, María Salmerón, estudiante de Bellas Artes. Estuvimos hablando de las formas de resolver un cuadro con óleo, de la composición, de los problemas más frecuentes antes de empezar un trabajo nuevo, etc. El último día nos pusimos de acuerdo en pintar los tres el mismo cuadro: una puerta de entrada a la huerta de Ricote. Luego analizamos las tres versiones que pintamos, intentando sacar diferentes conclusiones. Desde Luego fue un taller, o mejor dicho, un encuentro pictórico muy interesante.


"Entrada a la huerta" Ricote, óleo sobre madera, 10x30 cm. 

"Flor" óleo sobre madera 10x30 cm.

martes, 30 de junio de 2015

LA AL-HAMBRA

Hace tres años empecé a pintar un cuaderno sobre la al-Hambra, y de vez en cuando le voy añadiendo acuarelas. Estas son tres de las cinco que he pintado esta semana. Todas miden 14x38 cm. pintadas en papel Arches 300 g. grano grueso.

Patio del ciprés

Parterres del Partal

Buganvillas de la al-Hambra


lunes, 1 de junio de 2015

¿COPIAR O CREAR?

Cuando pinto, no tengo ningún interés en reproducir la realidad que tengo delante, siempre trato de ir más allá del aspecto exterior que tienen las cosas. No me interesa el virtuosismo técnico que solo busca copiar las cosas fotográficamente.

Puedo quedarme un paso antes de llegar al aspecto real del objeto, pintarlo de una manera esbozada, sintetizada, pero perfectamente reconocible. O puedo pintarlo un paso más allá de su aspecto real, rozando la abstracción, pero dejándolo reconocible aún. Son estos dos espacios que hay delante y detrás de la realidad, los que me interesan de verdad. Porque ahí, creo yo, está la verdadera creación. 


óleo cobre lienzo/30x20 cm.

óleo sobre lienzo/30x20 cm.

óleo sobre lienzo/50x120 cm. (detalle)

martes, 26 de mayo de 2015

LA FIGURA HUMANA

Todos los pintores, tarde o temprano, tienen que enfrentarse algún día a la figura humana. Yo lo hice al principio, cuando estaba estudiando en la Academia del pintor Juan Solano, en Cieza (Murcia).
Comencé dibujando con carboncillo figuras sueltas de escayola, un ojo, una boca, la nariz, una oreja y finalmente la cara entera del Séneca.
Luego seguí dibujando una mano, un pie, y al final no tuve más remedio que dibujar la Venus de Milo a tamaño natural. Y el discóbolo de Mirón, por supuesto.
Todo este proceso era el que había que seguir para aprender a dibujar el cuerpo humano.

Más tarde, por mi cuenta, seguí aprendiendo a dibujar la figura humana, y con libros de arte, aprendía a dibujar su esqueleto y sus músculos, hasta ser capaz de entender que hay debajo de un ser humano.


Esta manera de aprender a pintar el cuerpo humano, me permite mirarlo desde muchos puntos de vista, y elegir desde cual quiero pintarlo. Porque no solo la realidad fotográfica puede aportar exactitud a un buen retrato, también puede hacerse desde la ensoñación, la memoria o el sentimiento.





Mi madre, tempera y lápiz sobre papel.