miércoles, 22 de abril de 2020

ITALO CALVINO Y PEDRO CANO



Italo Calvino y Pedro Cano se conocieron una tarde de marzo de 1984, con motivo de una exposición que el pintor estaba realizando en la Galleria Giulia, de Roma. Los dos artistas y la mujer de Italo Calvino, Chichita Calvino, estuvieron hablando un buen rato y Pedro le preguntó al escritor por el motivo de su visita, Italo Calvino le respondió que le había llamado la atención los espárragos y los hinojos que ilustraban el cartel de la exposición.



Poco tiempo después de aquel encuentro, en septiembre de 1985, Italo Calvino murió. A finales de 1989, Pedro estaba realizando otra exposición en Roma, cuando apareció otra vez por la galería Chichita Calvino, y esta vez acompañada de Aurora Bernández, la mujer de Julio Cortázar. En aquel nuevo encuentro, Chichita Calvino le regaló a Pedro Cano, un ejemplar de la primera edición del libro “Las ciudades invisibles” diciéndole que extrajera de aquel libro material para su trabajo.



Según confiesa el propio Pedro Cano, aquel libro lo acompañó durante varios años en sus viajes, y de vez en cuando, anotaba en sus páginas alguna idea que le surgía relacionada con las ciudades del libro.

Al cabo de un tiempo, Pedro Cano pintó 55 acuarelas, en papel hecho a mano. Y con ese trabajo realizó varias exposiciones en diferentes ciudades de Roma y España. Dejando para siempre unido la literatura y la pintura en uno de los trabajos más exquisitos del arte, trabajo que puede verse integro, en la Fundación Pedro Cano, situada en Blanca, su ciudad natal, en pleno Valle de Ricote, en Murcia.


No hay comentarios: