Yo creo que la inspiración no existe, existe el trabajo bien hecho, el talento, el conocimiento; sin conocimiento no hay inspiración. Por eso, cuando un cuadro nos sale mal y decimos “es que hoy no estoy inspirado” no es culpa de la inspiración, si no de la falta de conocimiento.
La inspiración no es una fórmula mágica que soluciona ella
sola los cuadros. No es algo que esté fuera del pintor, sino dentro, muy
dentro, en esa zona donde se alojan los conocimientos. Ningún artista pinta
bien una mano, si antes no ha aprendido a pintar bien una mano. Por eso la
inspiración es cuestión de conocimiento, no de musas. Las musas no existen,
solo existe el trabajo bien hecho.
"Puente de hierro"
óleo sobre lienzo
16x23 cm. año 2024