Bueno, se acabó el Curso de Pintura con Pedro Cano. La verdad es que ha sido una semana muy intensa, pintando sin parar, por la mañana, por la tarde, con lluvia, con sol, dentro y fuera, y siempre bajo la atenta mirada de Pedro que no paraba de corregirnos mientras trabajábamos, y una vez terminados los trabajos, repasarlos uno a uno, señalando lo bueno y corrigiendo lo malo. Así todos los días.
El jueves por la tarde fue memorable, porque Pedro nos invitó a degustar un jamón en su propia casa, rodeado de muchos cuadros, algunos pintados cuando estudiaba en Madrid y en Roma. Una velada muy hermosa.
El último día del curso cada uno eligió sus dos o tres mejores acuarelas y con todas ellas montamos una mini-exposición en la planta baja de la Fundación que lleva su nombre. Todo un lujo para nosotros.
Durante una semana hemos pintado juntos varios artistas venidos de Israel, de Grecia, de Italia y de España. Gentes del mediterráneo unidos por la misma pasión: la acuarela.
Gracias Pedro.