Algunos recuerdos de la infancia permanecen felizmente en la memoria durante mucho tiempo, como la maquina de coser de mi madre en las tardes de otoño.
Ultimamente estoy pintando al óleo algunas de las acuarelas que expuse en el Museo del Vino de Bullas. Si todo sale bién, irán para una próxima exposición, también sobre la viña, pero esta vez con óleos.