ENTREVISTA
Rosa
Campos, otoño 2013
Pasadas
las doce de la mañana, recorro todo el
Paseo hasta llegar a la Carreterica de
Posete por la que bajo hasta adentrarme,
doblando la esquina del edificio de Hacienda, en la Calle Constitución. En el
número 28 tiene su estudio José Ato Saorín (1959) pintor ciezano. Investigador que se vale de los medios tecnológicos para acercarse
mejor a los grandes pintores.
Habíamos quedado para charlar en la terraza de su estudio mientras discurría la entrevista, pero la mañana pintó
con viento en sus primeras horas y se mantuvo
constante hacia el mediodía. Subí
al ático donde tiene instalado su estudio, al que también pertenece la terraza
, y en la subida , antes de entrar en la estancia, el Faro de Cabo de Palos envuelto en un azul
refrescante y no frío, experta y delicadamente
pintado me recibe. Me asombra un estudio tan ordenado, aunque sé que adecentar nuestro cobijo cuando
esperamos a alguien es algo que todos solemos hacer, pero allí tengo la sensación
de que el desorden no acostumbra a tener cabida y mucho menos el caos. Hay bastidores con lienzos de distintos
tamaños, y bastantes de cada medida, bien
apilados, ocupando cualquier espacio que no dificulte el paso, cualquier
hueco entre mueble y mueble, cualquier
altillo, leja, estantería. Hay tablas, papel de acuarela, música en distintos
soportes ( vinilos, cedes). Me enseña la pantalla del ordenador y me explica
que estaba mirando una pintura de Martín Rico , La aguadora, y que suele meterse a menudo en la web del Museo del
Prado porque ahí se pueden ver las pinturas en alta resolución, con lo que
investigar los trazos es más hace fácil.
Explica que «Internet supone un punto
de inflexión para los pintores, porque se puede ver lo que hacen otros y desde
todas las partes del mundo, aprender de ellos. Si esto estuviera en la época de
Leonardo da Vinci todos habrían aprendido más de él, se hubiera enriquecido más
gente con su obra. Igual hubiese pasado con Monet, del que por otra parte, con
su obra, ya se dio otro punto de inflexión en la pintura, a partir de él la
pintura fue otra cosa».
En
su blog, atosaorin.blogspot.com, muestra
su obra y sus actividades.
Describe la apertura que esta virtual galería permanente le ha
proporcionado: «Ahora, de vez en cuando,
vendo en internet. Un arquitecto de
Argentina entró a mi blog y vio unas acuarelas
que hice sobre toros y las compró,
pertenecían a la serie “Toros de agua”, estaban basadas en estos animales en su
medio natural, no en las plazas de toros. También me comunico con pintores japoneses,
algo que, sin este medio hubiese sido impensable ».
Vocación,
trabajo y familia
Como
ya apuntaba maneras, a los once o doce años su
madre lo llevó a la Academia Municipal de Arte
dirigida por el escultor y pintor Juan Solano « que estaba ubicada en el Camino Madrid, junto a la pensión Capri, con
entrada por la calle Santiago. Por allí iba de vez en cuando José Lucas, que
era algo mayor que yo, también estaba conmigo Ruiz Tortosa, Semitiel Segura y
otros. Con el maestro Solano aprendí a dibujar del natural, dibujé todas las
esculturas que tenía en su taller, y luego pasé a pintar con óleo, y aquello
fue maravilloso. Después mi madre me compró un Curso de Dibujo y Pintura donde
aprendí muchas técnicas. Estudié FP en el Instituto Diego Tortosa, rama metal,
yo intercambiaba trabajos de dibujo con mis compañeros, y ellos me ayudaban con
los de Matemáticas. » . A partir de los años 80 realiza sus primeras
exposiciones en Cieza, en el Casino de Elche, fue finalista en 1982 del concurso
de Carteles Semana Santa de Cieza, y en
1986 imparte clases de Fotografía en la Universidad Popular de Cieza. Ese mismo año se casa, y empieza a trabajar
como delineante en un estudio de arquitectura, «aunque mi intención era
formar una academia de pintura, pero cuando nacieron mis hijas vi que dedicarme a
la pintura exclusivamente no era viable, porque yo tenía una familia que
necesitaba también de mis ingresos y de
mi tiempo. Loli trabajaba de ocho de la mañana a tres de la tarde, por lo que mis hijas me
necesitaban para llevarlas a la escuela, la comida, los baños, etc., y mi
horario como delineante me permitía atenderlas. Así que elegí esa seguridad y
creo que ha merecido la pena. Pero nunca he dejado de pintar, aunque fuese poco
el tiempo que le dedicara » . El matrimonio tiene dos hijas, «que son muy padreras–dice sonriendo–»,
y un nieto.
José
Ato es un hombre interesado por muchas cosas, pero esencialmente por dejar la
impronta de su inquietud pictórica, algo a lo que le dedica todas las horas que
tiene el día aunque no esté directamente trabajando en ello, « soy pintor, es decir, me siento y pienso como pintor las 24 horas
del día. Me levanto por la mañana pensando en un tema, en cómo desarrollarlo ».
A
partir del 2000 le dedica más tiempo a su oficio vocacional, muestra su obra en la Sala de Exposiciones
Paco; en el Museo de Siyâsa de Cieza (2004), al quedar finalista del I Concurso
internacional de Pintura “Toledo Puche”. En el 2006 forma parte del proyecto “Qué Pinta Cieza” ;
en el 2007 pasa a formar parte del colectivo Hispacuarela, exponiendo con este
grupo en Lleida, Montevideo (Uruguay), y
en el Puerto de Santa María (Cádiz). El 2009 será un año intenso: expone en
solitario en el Museo del Vino de Bullas, con Hispacuarela se presenta a la I Bienal de Acuarela Villa de Caudete
(Albacete) y realiza un curso de Historia del Arte, ofrecido por el MEC . En el 2011 lleva su
obra al Centro Cultural Puerta de Toledo
(Madrid), y ese mismo año, en Mayo
realiza un curso en Blanca con Pedro Cano, este pintor marcará un antes y un
después en toda su obra pictórica.
Pintor
de series con trasfondo.
A
través de sus pinceles, donde la sinuosidad casi ascética suele predominar sin
necesidad de mayor definición, nos
comunica lo que siente sobre las cosas
que le han impactado a lo largo de su vida, «quiero decir que eso que pinto, significa algo en mi memoria; y esa
vivencia que tuve, y que aún queda en mí, es lo que quiero trasladar al papel o al lienzo y que
llegue al otro».
Para
sacarle a un tema todo el partido que quiere, pinta series, algunas muy
extensas: «Cuando inicié la serie de los
árboles, lo que tenía en mente era trabajar sobre siete árboles distintos que
tenían alguna relación con mi infancia, pinté álamos, higueras, olivos…De cada una de estas
siete variedades pinte diez acuarelas, formando un grupo de setenta.
De mis viajes por Andalucía ha surgido “Al-Andalus “ un proyecto en el que llevo trabajando
varios años, en la que recojo lugares que me han reportado un significado al
visitarlos. Con la serie “Puertas” pasó
algo semejante, empecé por la de la Catedral de Murcia y surgieron otras que
también habían hecho historia en mí. Igual
con Medina Siyâsa, en la que estoy
trabajando ahora. Cuando cojo un tema que
me dice algo lo estiro procurando reflejar todo lo que me ha conmovido. Cuando pinté los cuadros del Paseo Ribereño (para los que os propuse al grupo de La Sierpe y el Laud que
escribierais unos poemas) sucedió algo parecido». Las macetas, explícitas, se hacen notar desde la terraza –la otra sección del ático tan acogedora como
el estudio–, han sido modelos de otra serie, que está pintando actualmente, y en
la que han dejado su hermosa huella.
« Cuando era pequeño, con trece o catorce años,
nos fuimos mi primo y yo en bicicleta a recorrer los campos del Valle de
Ricote, éramos unos críos pero eso quedó en la memoria; y un día tuve la
necesidad de pintar aquellos sitios, así nació la serie que se presenta en la
Sala de Actos del Museo Siyâsa», exposición
vinculada a la conferencia impartida por José María
García Avilés, “Antes de la
desembocadura: los últimos musulmanes españoles. Valle de Ricote, 1613”, donde
las bellas imágenes pictóricas complementan la parte de la historia de este periodo que se
vivió en este importante Valle.
Gustos
y opiniones
Le pregunto si siempre ha trabajado más la
acuarela, dice que no, que antes pintaba más al óleo (un 90% , aclara), « La culpa de que me pasara a ella, sin dejar de lado el óleo, la tuvo
mi mujer, porque desde que nos vinimos a vivir aquí empezó a decirme que me iba a asfixiar con
tanto olor a aguarrás. Después, en el
curso con Pedro Cano en Blanca, vi lo que ésta podía dar de sí, era un mundo
aparte, sugerente, totalmente distinto. Con Pedro hice un cambio total; nos
hemos hecho amigos, he visto cosas que normalmente no suele mostrar, como el
libro de “las ciudades invisibles” que le dio la viuda de Ítalo Calvino , al
poco de morir éste, en el que se ven los bocetos de muchas ilustraciones que él
realizaría luego para su exposición.
Cuando pinté el Almorchón lo hice habiendo
estudiado antes las acuarelas sobre la peña Negra que pintó Cano. Esto no es
copiar, sino estudiar, investigar cómo se cuestiona las cosas, cómo se motiva y
cómo las resuelve. Yo no aconsejo a nadie que copie un cuadro, sino que aprenda.
Al final de lo que se trata es de ir llenándote de los otros ».
En su pintura predominan los tierra y los azules en una extensa y
rica gama, hablamos de definiciones y
dice que «es muy complicado ponerle un
apellido a la pintura de una persona, las etiquetas las ponen los estudiosos,
para ordenar su trabajo. Se trata de disfrutar
y punto. Me preocupa mucho que alguien
que entiende de pintura, cuando ve mi trabajo,
note que está bien hecho.
Ahora tenemos fácil el acceso a la imagen,
y se trabaja más con ella que con la
mente. Quién se pregunta ¿soy de verdad
creativo? Antes no se aprendía con la imagen, sino con la mente. Yo pienso que un artista nace, no se hace. ¿Por qué dos
artistas que salen de la escuela con los mismos conocimientos, uno brilla y el otro no? Yo creo que esa es
la diferencia entre un artista y un artesano. Si no eres un creador se te va a
notar. Realmente, todo esto es muy subjetivo.
En
pintura, literatura, arquitectura,
música, cine, ¿cuáles son tus preferencias? «Me
gustan pintores como Cirilo Martínez Novillo, Carmen Laffón (a quién le he
hecho un homenaje, su pintura me gusta, y su manera de desarrollarla ha
influido de alguna manera en mí), también Carlos Morago, Francisco Castro… Pero
mi referente actual es Pedro Cano; pienso que aunque sólo le dediques una hora al día a ver sus obras , ya se aprende.
Como todos los pintores yo he tenido
varias etapas, la primera fue Monet , después aprendí de Carlos de Haes - pintor
belga afincado en España desde 1857 hasta su muerte, en 1898– , que fue el que enseñó, en su Cátedra de
Paisaje en la Academia de San Fernando de Madrid, a pintar paisaje a los
españoles. Les descubrió la belleza paisajística
que hay en España.
La arquitectura no la sigo muy de cerca,
(aun así te diré que me gusta lo que hace Álvaro Siza, por ejemplo), prefiero
la literatura, me gustan los poetas andaluces, García Lorca el que más. Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar,
libro que releo de vez en cuando, también Platero y yo, que no es un libro para
niños, por su hondura, a mí me siguen emocionando algunos capítulos; He leído mucho
a Caballero Bonald y de su novela “ dos días de setiembre” surgió la idea para
la serie “La viña de papel” que expuse en el Museo del Vino de Bullas. De
Manuel Barrios también he leído varias cosas, “La espuela” una novela densa y
terrible, “Lo bello y lo triste” de Yasunari
Kawabat, premio Nobel japonés. De
Pérez Reverte me he leído casi todo lo que ha escrito, pero no soy de tochos
muy gordos, yo creo que si una historia puede estar bien contada en menos
páginas para que se van a utilizar más de las necesarias. También disfruto
mucho con la chispa de Antonio Burgos.
En
cine Los santos inocentes y El nombre de la rosa me encantan, y sobre todo
“Blade Runner”. Con la música estoy involucrado toda la vida, la pongo para
pintar. Me gusta Camarón, la música griega, la turca (la ancestral) , y
especialmente Triana (tengo todos los discos).
También
me gusta viajar, he recorrido prácticamente toda España. Me he pateado todos los pirineos, desde el Bosque de Irati hasta parque de Aigues Tortes, o el escondido
Valle de Boí Taüll, etc.
Le
pregunto cómo ve la cultura en Cieza y
dice que ninguno de los gobernantes que han pasado (sean del partido que sean) han
hecho bastante por el pueblo. Hacen más cosas culturales grupos como el
viejísimo Club Atalaya, que los gobernantes (y que nadie se confunda, yo no soy
de ningún partido). Se ha perdido mucho patrimonio urbano, cosas que no debían
haber desaparecido porque es la memoria de un pueblo: La Tortada, el Paseo, el
lavadero Municipal, la fuente del ojo, La Cárcel (que debieron de conservarla
como hicieron en Totana). Le pregunto qué piensa del Teatro Capitol y dice el edificio antiguo forma parte de mi memoria, dentro de él me he pasado buenos
momentos. Se lo han cargado, dicen que
porque la instalación era deficiente, eso era algo que se podía arreglar. Yo
creo que todo esto son intrigas entre partidos en las que siempre sale
perdiendo el pueblo.
Yo
creo que la cultura en Cieza está por debajo de la media, aquí lo normal es
poner una farola y al día siguiente ya tiene los cristales rotos. Los actos
vandálicos en Medina Siyasa o las pinturas rupestres, nos da una medida de lo
brutos que somos como sociedad. La verdad que estas cosas dejan mucho que
desear.