Jardín cerrado a la mirada ajena y abierto a los sentidos. En Al-andalus todas las casas, por humilde que fueran sus moradores, tenían un patio para ventilar las habitaciones, y en las familias más adineradas, estos patios eran verdaderos vergeles, llenos de árboles, agua y sol, los tres elementos que el Corán describe como el paraiso.
Con estas acuarelas retomo la serie HORTUS CONCLUSUS que empecé hace algún tiempo con unos limoneros, y que ahora quiero darle forma, para una futura exposición.
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