Hace
tiempo pinté un cuadro de una pared soleada, de la Alhambra, con un parterre muy
verde y una fuente de mármol blanco. Estuve mirando el cuadro varios días, y al
final decidí añadir a la pared cierta vegetación que aparecería por detrás del parterre.
Seguí
mirando el cuadro durante varios días más, hasta que lo dejé así, vuelto hacía
la pared. Pasado un año volví a ver el cuadro y lo primero que noté es que
sobraba la vegetación de la pared, así que la quité y de pronto la pared cobró
un protagonismo que antes no tenía. También vi que el parterre tenía demasiada
geometría, algo que antes no me molestaba, pero ahora sí, por lo tanto decidí
quitar los contornos, dejando solo el verde para que le diera “forma” al
parterre.
En
cuanto a la fuente de mármol, en la fotografía original tenía un chorrito de
agua elevándose graciosamente, pero como era demasiado obvio, no lo pinté. Y así
quedó el cuadro.
"fuente de la Alhambra"
óleo sobre lienzo
50x150 cm.
(detalle)
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