¿Os imagináis viviendo vuestra vida sin emoción? Es la
emoción la que nos empuja a seguir adelante. La emoción del amor, la emoción
del deporte, del arte... De esta última emoción quiero reflexionar en voz alta.
Los Museos son lugares emocionantes, lugares donde uno puede experimentar sensaciones
fuertes, muy emocionantes. Cómo no emocionarse ante las meninas, sentir los
latidos de nuestro corazón al galope. O ante el cuadro del entierro del Conde
de Orgaz, en Toledo. O delante de un cuadro de Sorolla cuando recibimos sus fogonazos
de luz.
La pintura tiene el poder de emocionar, es un poder sano,
que despierta emociones sanas. La pintura debe servir para despertar en
nosotros las mejores emociones, esas que nos hacen ser mejores personas. Yo confieso
que soy muy sentimental con la pintura, me emociono enseguida cuando estoy delante
de un cuadro realmente bueno.
Por eso me gusta tanto la pintura de Pedro Cano, porque su pintura es
emocionante de verdad.